El perfume del mar que no se olvida. La libertad embotellada.
El mar en la piel. El sol que se disuelve en la brisa. El instante donde todo es libertad.
Inspirado en el litoral michoacano, donde el viento del Pacífico lleva sal, luz y eternidad. Playa Azul es un homenaje al verano que nunca termina: una fragancia que huele a arena tibia, a piel mojada y a calma frente al horizonte.
La salida es un oleaje de cítricos que despierta los sentidos: limón michoacano, naranja dulce, mandarina y toronja chispean como gotas de sol sobre el agua.
En el corazón, el alma tropical se revela — coco y frutas tropicales — un abrazo cálido que recuerda la piel salada y la risa sin reloj.
El fondo es suave y adictivo: vainilla, almizcle y un eco de coco que permanece como el perfume de una tarde que no se quiere ir.
