El Patrón
El instante sagrado hecho fragancia.
Inspirado en ese momento único donde el aire se transforma: cuando una imagen venerada avanza entre la multitud y cientos de manos lanzan perfume al cielo.
La fragancia nace de ahí — del gesto ritual, espontáneo y colectivo que cubre de aroma al protector.
Un acto que no solo embriaga la imagen, sino también al pueblo que la acompaña.
La salida es fresca, vibrante y etérea: calone, bergamota, alga marina y sal recrean el aire puro y salpicado de fragancia que flota entre las calles.
En el corazón, un bouquet ceremonial: rosa, frambuesa, geranio, abedul y azafrán, como pétalos y perfumes fundiéndose en devoción.
El fondo es cálido, envolvente y espiritual: maderas nobles, incienso, resinas, almizcle, cedro y ambroxan, como la estela que queda después de pasar lo sagrado.
En la tapa, el símbolo del caminante de fe: la figura que guía y resguarda, sostenida por la tradición y la esperanza.
Tahuayo – El Patrón.
Un homenaje perfumado al instante exacto en que la fe se convierte en aroma.
"El perfume esta inspirado en el acto donde la gente le pone perfume al Santo Santiago patrono de Sahuayo mientras lo pasean por las calles."