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Tlahualil

El perfume de la celebración, la tradición y el regreso que se vuelve danza.

 

Inspirado en quienes cubren el rostro para mostrar el alma.

En quienes visten la herencia como armadura y danzan no solo por fe… sino por memoria, por orgullo, por belleza.

Esta fragancia captura el latido colectivo de una fiesta que no se olvida, una explosión de color, ritmo y espíritu.

Es el perfume de los que vuelven, pero también de los que nunca se fueron del todo.

La salida es jubilosa y frutal: coco, granada y frambuesa como una primera nota que estalla entre música y movimiento.

El corazón, cálido y envolvente, combina coco, chocolate, vainilla y jazmín en una sinfonía dulce que recuerda al abrazo de una tradición viva.

En el fondo, una base profunda y elegante: ámbar, cuero, tabaco y cipriol como una estela que no se borra, como la huella de una danza en el corazón.

En la tapa, una silueta que guía desde lo alto: símbolo de devoción, fuerza y pertenencia espiritual.

 

Tahuayo – Tlahualil.

Una fragancia que celebra lo que somos cuando el alma baila sin pedir permiso.

El perfume de la fiesta, la tradición y el reencuentro con las raíces.

 

¿Que Significa la palabra "Tlahualil"?

 

En náhuatl, "tlahualil" significa "el guerrero que se reviste" o "guerrero ataviado, engalanado o decorado". En la danza de los Tlahualiles, los participantes llevan trajes elaborados y máscaras, representando a guerreros en una batalla ritual.

La danza de los Tlahualiles, originaria de Sahuayo, Michoacán, es una tradición arraigada que se celebra en honor a Santiago Apóstol. Los Tlahualiles, con sus impresionantes trajes y máscaras, simbolizan la lucha entre el bien y el mal, lo pagano y lo católico, en una representación de la batalla entre moros y cristianos.

El término "Tlahualil" también se ha interpretado como "guerrero vencido", lo que podría referirse a la representación de la derrota del mal. La danza no solo es un espectáculo visual impresionante, sino también una manifestación de identidad y orgullo comunitario.

Los trajes de los Tlahualiles son elaborados y pesados, con máscaras que combinan rasgos humanos y animales, y penachos de plumas que pueden llegar a medir hasta dos metros de altura y pesar hasta 20 kilos. Los trajes, que pueden costar hasta 80 mil pesos, son confeccionados con plumas, lentejuelas, espejos y otros adornos, y pueden tardar varios meses en elaborarse.

En resumen, "Tlahualil" se refiere a la figura del guerrero ataviado y engalanado, y en el contexto de la danza, representa a los guerreros que participan en la lucha simbólica entre el bien y el mal, en una tradición que combina elementos prehispánicos y católicos.